Yolanda ~ Mónica Gómez

Arte: -Patricia Beckham
Hoy Mónica nos presenta la historia de una muchacha con fuertes ambiciones. ¿Logrará sus objetivos?

Yolanda

No es para nada linda, pero es atractiva, el tipo de mujer que tiene una energía sensual que atrae y a la cual ayuda con su vestimenta y arreglo. Yolanda trabajaba en una empresa que fabrica componentes electrónicos. No tenía ningún título y su puesto era el de recepcionista, que le permitía conocer a los casi 50 empleados y a los que vinieran de visita. Era divorciada, con una hija y su claro objetivo era conseguir un hombre que la ayudara. Sus encantos seductores colaboraron.

Pedro era jefe de área. Estaba casado con dos hijos y su sociabilidad y simpatía le habían ganado varios amigos en la empresa, entre ellos Yolanda. A pesar que ella lo seducía, como a todos, Pedro la trataba como amiga. Era muy religioso y no se atrevía ni siquiera a soñar con una mujer que no fuera la suya. Un buen día no encontró más a su amiga en recepción. Había "subido" a las oficinas. Pedro se alegró, convencido que había sido su mérito. En cambio, no sospechaba que Raúl había sido el instrumento.

Gerente de calidad, de baja estatura y aspecto desagradable, con su cara cuadrada y sus pelos pinchudos, Raúl había caído en las redes de Yolanda, como tantos. Sólo que él verdaderamente se enamoró, a pesar de su esposa y tres hijitos. La convirtió en su secretaria y pasaba todo el día con ella en su escritorio. Le enseñaba y la hacía crecer y ella aprovechó. Era evidente para todos que se acostaban, pero ella negaba alevosamente, escupiendo frases como: "es casado", "no me gusta para nada" (lo cual bien podía ser verdad), "yo soy una mujer seria". Nadie le creía. Salvo Pedro, su amigo fiel que confiaba en su amiga al ciento por ciento y la veía como una santa, víctima de la vida que la había dejado sola a criar una hijita.

Yoly arremetió con su objetivo. Primero logró que Raúl se divorciara y después que le comprara un departamento a su nombre, para lo cual él debió endeudarse. Todo era para ella. Él estaba convencido que era el salvador de esta pobre chica. Por supuesto también tenía que mantener a su ex y sus 3 hijos, que quedaron viviendo en la casa familiar. Mantenía dos familias, mientras Yoly ahorraba todo lo que ganaba. Y él se alquiló un departamentito de un ambiente porque ella no quería convivencia "por la nena". Raúl agachaba la cabeza y aceptaba.

Mientras tanto ella seguía creciendo en la empresa, gracias a que Raúl pedía aumentos para ella y mejores puestos de trabajo. Cuando a Raúl lo mandaron a otra área, ella tomó el puesto de él como gerente de Calidad. En un año había duplicado su sueldo y era propietaria de una casa. Le decía a Pedro que la había comprado con un préstamo y él no dudaba. Estaba seguro que entre ella y Raúl sólo había una estrecha amistad. En realidad a ella no le gustaba para nada. Debió acostarse con él para lograr sus objetivos pero no era el tipo de hombre que quería. Todo era una actuación perfecta para lograr sus ambiciones.

En ese momento apareció la epidemia del Covid 19 que dejó a la empresa de rodillas, ya que sus principales clientes eran compañías aéreas. Por culpa de esta crisis, mitad de los empleados perdieron su trabajo, entre ellos Raúl. Yoly permaneció gracias a su astucia que había hecho que se agarrara fuerte a su nueva posición y había que reconocer que, aún sin títulos de estudio, era muy inteligente en lo que hacía. Raúl en cambio, venía descuidando mucho sus tareas por culpa de sus vaivenes sentimentales. Quedó en la calle, sin dinero para mantenerse o para darle a su familia. Cuando le pidió a Yoly de ir a vivir con ella, lo rechazó diciendo que no era justo para su hija. Y encima se ofendió y no quiso verlo más.
Todas las empresas son como un barrio, donde los chismes corren de boca en boca y ésta no era la excepción. Todos sabían lo que había hecho Yoly aunque nadie se animaba a ir contra una gerente y la despreciaban en silencio. Sólo Pedro seguía creyendo en su inocencia y la admiraba por sus méritos. Ella sonreía. Se había salido con la suya.

Mónica Gómez

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