Sergio Cilla comparte con nosotros su primera narrativa guionada. En pocas palabras, una historia leída como si la vieras en una pantalla.
Hoy, el tercer episodio de la primera temporada de LaJuá, la historia de una chica Latina con súper poderes.
(Si no leíste el principio, empieza aquí: Narrativa Guionada – LaJuá: El Descubrimiento)
Arte: Graciela Iturbide

Narrativa Guionada
LaJuá – Temporada 1

Episodio 3: La Transformación

La escena comienza con LaJuá manejando su carro usado. Se lo ve viejito, descolorido y despintado. Con la ventanilla baja y el brazo izquierdo asomado por la ventana, LaJuá tararea una bachata que se escucha en la radio. Se detiene en la luz roja del semáforo, saca la cabeza por la ventanilla, y mira hacia afuera y hacia arriba como dando la bienvenida al sol de la mañana, como recargándose de energía. Repentinamente, sonidos de una discusión no muy lejana le llaman la atención, y desvía la mirada hacia la acera opuesta. La luz se vuelve verde nuevamente, y LaJuá avanza lentamente. El gesto en su rostro muestra que decide cambiar de idea, y estacionarse apenas cruzando la avenida.

Ahora la discusión se puede oír más claramente. Es entre un hombre y una mujer, pero no se los puede ver. La escena sigue centrada en LaJuá, quien apaga el motor, observa hacia el horizonte, se concentra, hace tres respiraciones profundas, y luego, con una actitud de total determinación y en control de la situación, se baja del auto y cierra la puerta de un golpe.

Flashback a la escena con la curandera:

- ¿A qué poderes se refiere, Doña Nacha? ¿Cuándo voy a poder usarlos? -pregunta LaJuá con una mirada de total desconcierto- ¿En qué situaciones? ¿Los puedo usar conmigo o con los demás?

-Todas las respuestas te llegarán en su respectivo momento -respondió la anciana con un tono de prudencia y discreción, y continuó acariciándole la cabellera morena, mirándola con profundo amor.

Se regresa a la escena en la calle. La pareja está discutiendo acaloradamente del otro lado de la avenida. La mujer llora y se cubre el rostro con ambas manos. El hombre está furioso y la empuja. Luego la toma de un brazo y quiere abrazarla, pero la mujer se resiste. Él parece arrepentido, pero la toma con fuerza, y no quiere dejarla ir. Ella pide auxilio a los gritos. Él trata de taparle la boca para ahogar sus sonidos. La sujeta por la cabellera, y la mujer grita más fuerte.

El plano se centra ahora en LaJuá que cruza la avenida a toda velocidad. Está desesperada por llegar al otro lado. Sube a la acera, toma al hombre de un brazo y se lo retuerce sobre la espalda. El hombre grita con evidencia de mucho dolor. La mujer se separa hacia atrás, LaJuá lo aparta de un empujón, y el hombre cae desplomado contra el suelo a unos cincuenta metros de la escena.

- ¡Ven y pégame a mí, maricón! -le grita LaJuá, como acalorada y lista para continuar con la lucha.

Silencio total. Sólo se puede escuchar la respiración agitada de LaJuá, quien está esperando la reacción del hombre que no se levanta del suelo. Lentamente, comienza a observar a su alrededor, y todos los transeúntes, incluyendo a la mujer que estaba discutiendo con el hombre, están detenidos mirando la escena con mucho asombro. El hombre sigue en el suelo sin moverse. Se escucha que alguien llama a la policía, y LaJuá corre a su carro raudamente y desaparece a toda velocidad.

Cambio de escena. LaJuá estaciona el auto en un lugar que parece descampado. Evidentemente, está muy alterada. Toma el teléfono que está en el asiento del acompañante y marca el número de Nayeli.

-Mami, necesito que hablemos -se escucha a LaJuá, con voz desesperada, mientras la escena enfoca el parabrisas trasero del auto, y se ve a lo lejos que está llegando un auto de policía.

-Lo sé, mi niña. Hace muchos años que espero este momento -le respondió su madre, levantando la vista hacia el televisor colgado en la pared de la cocina. Se puede ver a un reportero del canal de noticias local que transmite desde la escena del incidente. En el fondo, una ambulancia se lleva el cuerpo del hombre atacado por LaJuá. Dando fin a la escena, se escuchan voces de fondo que dicen: “la fuerza no era normal”, “esa mujer es una extraterrestre.”

Todo superhéroe necesita su momento de transformación. Ese minuto en el que siente que sus poderes pueden ayudar a que el mundo sea un poco más justo para todos. Sin embargo, no era así como LaJuá se sentía en este momento.

Había imaginado la gloria y los aplausos…

Se muestra una escena imaginaria. LaJuá se despide del lugar y toda la gente en la calle la aplaude. Está vestida con un traje mitad color rosa, y mitad gris, con las letras L y J sobre su pecho. Su cabellera morena está atada con dos colitas sobre su cabeza. El orgullo está pintado en su rostro. Se la ve ascendiendo hacia el cielo totalmente triunfante, saludando a todos como si fuera una reina.

Se regresa a la escena en el descampado. LaJuá está parada junto al carro. Un policía termina de esposarle las manos sobre su espalda, y la empuja con un gesto de preocupación hacia el auto de policía.

Música de fin del episodio. Títulos.

Continúa en el episodio 4 aquí: Narrativa Guionada – LaJuá: 4: Cipactli

Sergio Cilla