Un atormentado joven se distrae tocando Para Elisa, esa pieza ágil llena de romanticismo tan popular y difundida en el mundo. La melodía despierta sentimientos de ausencia del hogar y nostalgia del calor materno, confirmando que todos tenemos una Elisa en nuestras vidas.
FÜR ELISE
No hay día que no te siga viendo afanada en lavar
Planchar y componer las prendas de tus hijos
La bella melodía que Bethoven compuso para Elisa
En mis sueños se confunde con el desvelo tuyo
En los pedales de tu máquina de coser.
Hoy suena sobre mi almohada
La misma pieza que allá por los años setenta
Me dejaba escuchar un joven y atormentado
Amigo con los dedos sobre el piano de su sala.
En el día Nelson me hablaba con suavidad y
Hondo sentimiento por las noches sus gritos
Desgarraban la casa de mi hospedaje miraflorino
La esquizofrenia torturaba su mente.
Madre hay días que en mi pecho se desgarran
Por la ausencia indeseada y la nostalgia del hogar
En las horas que la vigilia atormenta insistente
Las notas hiladas para Elisa remiendan al hombre
Y evitan que se parta en dos mi corazón.
Rodolfo Sánchez Garrafa
