El destino no implica un acontecer inexorable sino, más bien, un trayecto a recorrer y un punto al cual llegar con perseverancia y aires propicios. El último tramo del viaje resume la soledad de este empeño en toda su transparencia.
Drago
Hasta aquí llegamos amigo
Debes volverte hacia el viento ya
Es poco lo que debo recorrer solo
Considerando las distancias siderales
Que vencimos juntos.
La ciencia es débil querido Drago
Haré de la intuición mi cayado
Así allanaré en lo posible estos fieros
Riscos y sortearé la gran cascada
De los miedos inveterados.
No te apenes pronto hallarás
Otro compañero que merezca
Tu amistad y tu confianza
El fuego de tu fortaleza imbatible
La fuerza de tus alas poderosas.
Nuestra ruta ha sido insólita
Dejamos atrás el orden y la felicidad
Aparentes e hicimos del caos
El alveolo nuestro de cada día
Así llegamos hasta aquí.
¡Drago! Guarda en tu memoria
Este destino quizá alguien pregunte
Cómo llegar al confín del mundo
Y un día se aferre a tu cuello sin
Cerrar los ojos más allá de sus muros.
Rodolfo Sánchez Garrafa
