Llegan los sapos ~ Rodolfo Sánchez Garrafa

El canto de los sapos es un anuncio de fertilidad. Su esperada magia reverdece los campos desolados. Noble y celebrado el oficio de batracio que a las hembras encanta. Será por eso que en las noches de lluvia, los sapos exhiben su arte por el tiempo más largo posible y con la frecuencia convincente. No hay papel de poeta que quede en blanco cuando llegan los sapos.

LLEGAN LOS SAPOS

Los sapos pugnan por hablar
Están cansados de cantar en la charca
De esperar lluvias que no llegan
Van a viajar los sapos sempiternos
Con sus canciones doradas
Tomarán los buses que hallen
Al largo alcance de sus ancas
Y de sus palmadas patas.

A los sapos les salen las palabras
Desde los juncales que abrevan
A la luz de la luna.
Atropellan sus croares de chispas
De relámpagos que fulguran
Salvajes por las tardes.
Rebeldes salen a los ríos
Algunos saltan al mar de las estrellas
Estiran los brazos
Estiran las piernas y por su nombre
Llaman a cada cosa.

No se vuelcan en estampida
No nadan como perritos
Ni en estilo mariposa
Hacen los quinientos metros
Sin casi tomar aire
Nadan como dioses verdaderos
Nadan como sapos que son
Y cantan sí que cantan
Como payadores en trance
Copleros que roban los aires
Del viento.

Hínchense las verrugas
Ínflese el cuello
Expándanse los ojos
En la densa jungla de concreto
Ya llegan los sapos
Hagan ascos si quieren
Estos sapos disparan versos
y lenguas de fuego.

Rodolfo Sánchez Garrafa


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