Esto ocurre cuando un amor libre se hace sombra irreversible y es imposible decirle que su huella no claudica.
Jamás seremos solo amigos
Nada tengo que perdonarte nada tengo
Sé que no estuvo en tus manos evitar el adiós.
Nadie nos preguntó qué haríamos sin la una sin el otro
Nadie pudo apiadarse ni condolerse de lo irremediable
No eres tú el motivo del infortunio
¡Cómo podrías serlo si jamás me hiciste daño!
Si nada más me fuiste olvidando con dolor sordo y mudo
Tú sin poder aferrarte y menos a un ancla tan liviana.
Dijiste que me llevarías contigo en lo más hondo de ti
Nunca sabré si eso fue posible nunca sabré
Lo que sé es que jamás fuimos solo amigos jamás.
Nada tengo que perdonarte ni en todo ni en parte
No eres tú la causante del caos ¿Cómo podrías serlo?
Si fuiste arrancada de la historia
Sin oportunidad alguna de oponerte al eclipse definitivo
A la sombra irreversible
Si nadie te enseñó a olvidar el presente
Ni el pasado
Si no pediste ser llevada al vacío.
Dijiste que resistirías en el baluarte guardado para mí
Nunca sabré si eso fue posible nunca sabré
Lo que sé es que jamás fuimos solo amigos jamás.
¿Cuánto daño cuánto es posible resistir?
Todo lo que tarda la memoria en hacerse polvo
Todo lo que el cuerpo tarda en hacerse testigo de la nada.
Soy honesto contigo no he podido olvidarte
Lo intento todos los días pero jamás sabrás
Que así fue que así es
Que por el resto de los años que suman y restan
Jamás seremos solo amigos jamás.
Rodolfo Sánchez Garrafa
