Se avecina el fin de año y hay festejos en la empresa. Calor, indiscreciones, música, conspiraciones y la cola contra la pared. Una simple frase, una mirada cómplice, un caerle mal a alguien y todo se derrumbará. Cuánto temor.
Pero no tenga miedo, mi amigo, que por hoy la cosa no pasará a mayores. Como en las fiestas patronales, se juntarán pobres y ricos, poderosos, advenedizos y de los otros, esos que siempre hacen equilibrio. Choquen esas copas.
Chin chin
Música de ocasión y chin chin de copas, viejos conocidos y encuentros. No sabía que trabajabas en el mismo grupo, decime ¿Cómo te tratan? ¿Ves aquel, el de traje a rayitas? Es el jefe máximo, el que paga todos los sueldos, sí, el mismo del que hablaban las radios el mes pasado.
Bueno, uno no siempre elije donde trabajar ¿Había alguna necesidad de vestir a las promotoras de plateado? ¡Qué buenos los sandwichs de atún! ¿Cómo que no lo conocías esos bichos? Sí, son camarones pero más chiquitos y no como los que comemos en Brasil, claro. Me dijeron que para julio van a abrir el registro de ascensos y desde ya te aviso que va a ser difícil conseguir otra categoría entre setecientos empleados. Habrá que hacer las cosas bien o serruchar pisos.
¿Ves la del escote? Es la que se te hace la amiga y después agarra la listita negra y le pasa el dato a la cúpula… siempre hay uno o más de esos dentro de una empresa. Estoy calculando la cantidad de dinero que gastaron en esta fiesta, ojalá fuera fin de año dos veces al año. Vení, tomá asiento al lado mío y seguimos chusmeando que no va a pasar nada, que estamos de fiesta. Por lo menos hoy somos todos colegas y hasta amigos.
¿Qué número te tocó? Mirá si a ese de allá le va a hacer falta una televisión o una moto, es de avaro nomás que viene y debe ser que por eso que amasó tanto billete. Cuidado que va a hablar el capo. Parece agradecido de todos nosotros, que cedimos tanto. Fijate como aparenta estar contento y disimula los vinos que se tomó. ¡Qué caradura! Su esposa a su lado y el tipo toqueteando a la nueva de administración, ojos que no ven… corazón que no siente.
¿En serio van a hacer regalos antes del sorteo? Felicitaciones, saliste nombrado y te van a dar un cheque premio a la fidelidad, zafaste las vacaciones. A mí me tocó el celular X5000, si supieras cómo lo voy a vender por Internet. Warning. Si la de recursos humanos te hace ojitos es porque te quiere tender una trampa.
No me digas, no sabía, es que soy nuevo. ¿Este año? ¿Cuántos afuera? ¿Todos los premiados de la fiesta pasada? Devolvé el cheque entonces, o donalo, no sé. Bueno, comenzó el carnaval carioca, a bailar, todos agarraditos de la cintura, veremos qué nos depara el porvenir.
Jorge Repiso
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