Al introducir un factor de relación afectiva en una estructura social altamente jerarquizada, la personalidad individual adquiere nuevas dimensiones. La montaña es quizá una metáfora de dominio alfa, pero es también una alusión simbólica a la responsabilidad de velar por la vida colectiva y mantener un diálogo permanente con el entorno.

VOY A TREPAR LA MONTAÑA

La amistad remonta el tic tac profundo
Del tiempo.
Ustedes amigos son parte de mi vida
Los que no lo son... también.
Aunque uso lentes de aumento
No es cierto que esté perdiendo la vista
Cada vez veo más claro el camino
Por donde miro se extiende la vida.
Entre mirar y mirar desnudas las horas
Voy alcanzando la tarde que ya no puede
Huir de mí
Al verla cara a cara inclino el sombrero
Y me pongo a leer poemas.
Es que puedo soportar todo
Menos dejar de mascullar cantos
De amor.
Sé que lo comprenden amigos
Por eso los saludo al pie de los pinos
En el trayecto de las grandes recompensas
Entre letras digitadas e imágenes
Compartidas por el lobo que soy
De remate
Ahora que la luz me refresca la memoria
Los más tenues susurros del bosque
Se hacen audibles
Las formas crípticas y secretas
Cobran sentido.
Amigos tengo que abrevar para volver a casa
Los últimos barcos están que sueltan amarras
Se van los cazadores con su olor a pólvora
Voy a trepar la montaña
Para aullar a la Luna.

Rodolfo Sánchez Garrafa

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