Morí tantas veces… ~ Marilú Zanella

Arte: wyldraven devianart.com

Cuando piensas que te desarman los demás, después de varios intentos de encontrar el "porqué" te das cuenta que tú misma te rompes en pedazos... Y no es porque las personas o las circunstancias que te tocan vivir sean porque te hacen un mal... El buen juicio llega desde que tocas el fondo al mirarte en tu propio espejo y escudriña un interior de lo que tú te haces a ti misma... Cuando te topas con el ego gigante que ensombrece y ciega, aniquila la esperanza; finalmente eres una víctima de tu creación. Como puñal se entierra en una razón simple de modificar tu ADN para recomenzar y para ello debes morir, para renacer las veces que sean necesarias...

Marilú Zanella

Morí tantas veces…

Morí muchas veces; tantas; que convencida de que el tiempo
no daba tregua, quise remediar
con antídotos de olvido la desesperación, el engaño, la frustración el cansancio, la desilusión...

Mori cuando creí y confié,
también lo hice cuando "ojo por ojo"
nubló el alma de venganza,
mentí, engañé, me burle y maté también amores puestos en mí...

Morí cuando dejé mi casa, sin argumento, con enojo, sin reconciliación.

Morí cuando las lágrimas de mis padres no me hicieron la menor
provocación, sólo partí sin decir adiós.
Al cabo de unos meses, morí de nuevo cuando regresé con el rostro sarcenado y sin mayor explicación tenía mi morada en los brazos
que su amor tendían para mí .

Morí cuando me faltó el perdón, cuando la soberbia se apoderó y la soledad fue mi única compañía de salvación…

Morí y no supe cuantas veces desperté, no conté las veces de regresar para corregir y volver a conciliarme con la vida.
Como un fantasma veía pasar el
viajero de las distancias e indiferencia, no se diga
del miedo al comienzo de mi tribulación…

Morí y desperté inerte ante lo que no supe resolver ni hacerle frente, más veía como encontrar la víspera del sol para hallar en lo más recóndito una salida, un aro de luz que me guiara ante sombras de inseguridad latente…

Sé que morí tantas veces que muchas historias se borraron en mi memoria, también la ira se alejó,
el rencor ya no tiene sabor en mi boca.

Me di cuenta que uno muere tantas veces en vida, que cuando llegue su ausencia ya no será como tal la Muerte: sino la irremediable y sanadora trascendencia del sueño eterno para convertirme en tierra…

Marilú Zanella

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