Te ha pasado que cuando quedas cautivada no sabes cómo describir con solo palabras aquellas emociones que te hacer ver una Luna más brillante, un beso robado y puede tener el poder de sellar un encuentro inesperado..? Así fue aquella vez…

Marilú Zanella

Te dibujo en un mar
de caricias tenues
al resplandor de la luz
que nos distingue,
en medio de la oscuridad
que nos envuelve...

No puedo ver tu rostro,
solo sentirte;
sentir tus manos que tiemblan
al rozar mi piel con ternura...

Mis oídos se anegan
de tu voz adormilada
y se deja llevar el alma
cuando de tus labios bebe
el carmín
que en los míos pintan....

En un solo sentido
no creí figurar
en una historia como ésta.
Donde el resplandor
de un amor desconocido
fue el destino que al mío trazó
por coincidencia...

Donde sólo palabras se unieron
al compás de un sermón
de dos extraños perdidos;
por sensaciones intensas
de lo ilimitado.

Envestimos un espacio
al desnudo momento
aletargado, inesperado...
Transcurrieron minutos,
olas de letras
voces versadas y nerviosas....

Éramos nosotros
los enloquecidos...
Lo que esperamos dar
sin límite incontenido...

No hubo metas trazadas,
ni se hicieron añadidos...
Sólo así se dio.
Entre la espuma
de los olvidos aquietados...

Escalamos olimpos,
paisajes,
montañas en cada mundo
de nuestros verbos...

Y sin darnos cuenta...
ya estábamos en lo alto;
en lo alto
de un castillo encantado...

Nos dijimos tantas cosas,
nos relatamos
nuestras horas....
Sobornando al tiempo
que nos domaba
intensamente.
Así es como quedamos
adheridos para siempre…

Brillando en la luna
sin olvidarnos de la noche....

Marilú Zanella
26/sep/2001

Collage: Magaly Ávila.

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