No digas nada.... tan solo enséñame...
Que de ese fruto donde las mieles endulzan
fineza de tu mirar, quiero empapar mis ojos
y rozar tus lunas a través del cristal
con que te muestras...

Decir lo que se siente;
se queda quieto y mudo...
Hacer sentir lo que se dice
se queda grande y en movimiento
se embeleza....
Es como decirlo sin palabras
y acariciarlo con el alma....
Buscar formas, siluetas;
Transmitir lo incierto y lo infinito.
Hacer el amor con la intensidad
de la imagen,
aquella insólita e inalcanzable...
Fogueando el calor y quedándose
sin frío al arrullo de una noche....

Así..
enséñame a mirarte,
con el fuego de tu imagen enardecida
en un lecho de rosas indibujables
Tonos inexpertos y audaces
de la madre naturaleza,
por la ingenuidad de los cielos
cuando nos hallen desnudos
en el fondo de las nubes...

De aquellas que cobijan en el blanco
y esconden los pudores con retoques
grises de lo húmedo inevitable...

Enséñame sin decirme todo....
Sin pronunciar la nada...
Solo píntame en tu cuerpo,
la estampa de un nido
y la virginidad del alma...

Dibújame en tus poros cada infinito,
traza en tus mejillas mi silueta
contemplada en el paraíso.
Dibújame en tus besos, el carmín
que pintan los míos al besar tu cuello febril...

Dibújame en tu vientre un colibrí
suspendido al fondo de tu ombligo....
Y luego, enséñame a volar entre tus sienes,
para llegar hasta a ti sin decirlo...

Con tan sólo amarte
en el espacio de cada noche
donde nuestras siluetas emerjan
al fondo de un mar de azules cristalinos;
donde la orilla me alcance
y..
de mi cuerpo fluya,
el amor incontenido...

Marilú Zanella
02/octubre/2001