Una versión contemporánea y actualizada de el Sainete Criollo y el Grotesco Criollo.
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Lo de Doña Argentina: postales de una cantina nacional
Una versión contemporánea y actualizada de dos de los géneros más tradicionales del teatro argentino: el Sainete Criollo y el Grotesco Criollo, formas teatrales que han permitido al mundo de habla hispana no sólo conocer a grandes autores argentinos sino también tener una visión bastante completa e ilustrativa de nuestra cultura y sociedad. En este artículo intentaré desarrollar brevemente conceptos y características de ambos géneros y presentarles mi nueva producción teatral.
Mario Maximiliano Badone
El sainete es una obra dramática cómica, en un solo acto, de tipo costumbrista y lenguaje popular, muy común en España durante los siglos XIX y XX. Con la llegada de los inmigrantes españoles a Argentina, el género evoluciona en una nueva forma teatral, conocida aquí como Sainete Criollo, que mezcla elementos del Sainete original con las formas del Circo. Nuestro Sainete Criollo se caracteriza por representar las costumbres de la vida de los inmigrantes de distintos orígenes en los conventillos (edificios de materiales como madera y zinc, con varias habitaciones de alquiler, generalmente dispuestas en forma de herradura, con un patio central, de dos o tres plantas, cada una con galerías cubiertas, un solo cuarto de baño y una cocina compartida), sumando a los elementos humorísticos un conflicto sentimental y una acción trágica.
El Grotesco Criollo, por otra parte, es una siguiente etapa en la evolución del Sainete original y el Sainete Criollo. El dramaturgo Armando Discepolo se ocupó de ir más profundo en el género del Sainete Criollo y en la situación personal del inmigrante en un país como el nuestro, al que vino a “hacerse la América” y en muchos casos, ante cuestiones laborales, familiares, sociales o políticas, las expectativas no se alcanzaron y sólo hubo frustración y decepción. Este último tema, relacionado con el fracaso, la frustración y decepción que conlleva, es recogido por autores posteriores y el nuevo género del Grotesco Criollo, comienza a adquirir cuerpo y personalidad propia.
El motor de la acción en el Grotesco Criollo es la búsqueda de la comunicación por parte del sujeto para así lograr la concreción de sus sueños y objetivos de vida. Lo intenta todo, pero al no encontrar respuesta en su contexto familiar o social, se deprime, y esto lo hace caer en la frustración y lo invade un profundo sentimiento de decepción por su vida y entorno. Las situaciones por las que debe pasar el sujeto viran entre lo cómico y lo trágico, y esto le da al texto un aire patético, que provoca risa y espanto al espectador. Generalmente, el desenlace es trágico y queda suspendida en el aire una pregunta final para la reflexión del público.
Algunas características típicas del Grotesco Criollo son: la animalización de los personajes, la máscara social (elemento común con el Sainete Criollo), la fuerza del azar o el destino, la búsqueda infructuosa de la comunicación y contención, la pérdida progresiva o falta absoluta de recursos como el dinero, alimento, etc.. La presencia de estos elementos, entre otros, puede definir una pieza teatral como perteneciente al género del Grotesco Criollo.
En el caso de la obra que estrenaré en algunas semanas, “Lo de Doña Argentina: postales de una cantina nacional”, es posible decir que gran parte de dichos elementos se hacen presente, por lo que es sencillo clasificar la pieza como parte de los géneros del Sainete Criollo y el Grotesco Criollo. Sin duda se trata de un Sainete Criollo porque varios de los personajes son inmigrantes y nos cuentan sobres sus cuitas en un país que les es ajeno. Asimismo, también puede clasificarse como del género del Grotesco Criollo, porque tales personajes, así como el resto, deben “lucharla” en un contexto social, económico y político que les es todo el tiempo adverso y sólo provoca frustración y decepción.
En “Lo de Doña Argentina” se reúnen aspectos del Sainete Criollo y Grotesco Criollo, pero también se hacen presentes elementos del Humor Negro. La muerte es una presencia constante, ya que la acción transcurre en una cantina al margen de la ruta, en un pueblo perdido en el interior del país, frente un cementerio. Algunos de los personajes llegan allí porque son clientes habituales, pero otros lo hacen por accidente o porque deben esperar a la sepultura de un ser querido. Incluso, uno de los personajes femeninos es la dueña de la casa de servicios fúnebres, y otros, la viuda, hija y nieta del cadáver que se enterrará. El azar también es un elemento constante: los personajes especulan con la posibilidad de que el fallecido sea el ganador de la lotería nacional. Las expectativas de una vida mejor se ponen en esta ilusión, pero como suele ocurrir en el Grotesco Criollo, parece haber sólo decepción. Por otra parte, la escasez de recursos también complica la acción de la obra. “Lo de Doña Argentina” nos cuenta sobre un pueblo en el que el intendente y sus secretarios están a punto de ser expulsados del gobierno local por corrupción y robo por la fuerza y manifestación de un pueblo empobrecido, en el que no hay trabajo ni existen expectativas de progreso. No puede retirarse dinero del banco local, y lo gente se manifiesta con cacerolazos en las calles y en la ruta. Al mismo tiempo, la electricidad amenaza con cortarse todo el tiempo, y un apagón se hace cada vez más inminente. La cantina también sufre la ruptura de una cañería, por lo que su sótano se inunda y pierde acceso al agua. Las posibilidades de que los personajes alcancen una vida mejor se recortan minuto con minuto y parece que lo que ocurre en la cantina es espejo de lo que se repite cíclicamente en la historia de nuestra Argentina.
“Lo de Doña Argentina: postales de una cantina nacional” (texto y dirección de Mario Maximiliano Badone), se estrenará el próximo 26 de agosto, en la sala Las Musas – Club de Arte, cito en América 4175, de Villa Ballester, Pcia. de Buenos Aires, Argentina. Realizaremos funciones los sábados 9 y 23 de septiembre, 7 y 21 de octubre, 4 y 18 de noviembre, y 2 de diciembre. Siempre a las 21.00hs. Para consultar por el costo de la entrada, promociones y hacer reservas, deben comunicarse al 4738-9444, o escribir a teatrarteballester@gmail.com.
Participan en el elenco de la Compañía Teatrarte Ballester: Cristina Muñoz, como Doña Argentina; Mónica Correa, como Itatí, Pablo Cantarutti, como Carlitos; Laura Cáceres, como Adela, Rocío Bouso Goris, como La Yesi; Stella Olaechea, como Elvira, Susana González y Graciela Álvarez, ambas como Doña Nolita, y Mario Maximiliano Badone, como Mauricio.
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