María de medio siglo II ~ China Contino

La China Contino nos muestra que con cada decisión tomada, cambia nuestra rutina. El camino elegido puede ser el correcto, puede no serlo pero hay que caminarlo un poco antes de desandarlo.
Si no has leído la primera parte, comienza aquí: María de medio siglo

María de medio siglo II

Compré una computadora para investigar temas sociales, poéticos, con algún margen de sentido. Algo que rayara en lo emocional. Llamaba a mis amigos para compartir información y la respuesta era: “Mándame un mail María, y cuéntame”. Mandaba mensajes afectuosos y como respuesta recibía cosas como: “¿Porqué las mujeres se vuelven swingers en nuestro siglo?” o “Qué dijo Cleopatra antes de morir?” o esas infinitas cadenas enlatadas tan incoherentes como: “Tendrás un llamado muy esperado en un rato…” si no reenvías este mensaje a 15 personas, en pocos días se te caerá un balcón en Corrientes y Suipacha”; cosa bastante probable dado el estado de muchos balcones.

Cuando cumplí mis primeros cincuenta añitos, me regalaron un móvil para que no estuviera fuera de la onda comunicacional; el teléfono, salvo llorar hace de todo. Empecé a llamar a mis amigos y todo el tiempo el contestador: “Ahora no podemos atenderte, deja tu mensaje, todo eso dicho con voz de jingle de venta de pasajes aéreos al Caribe, bueno, el caso es que nadie estaba disponible para mí. Creo que ni el rey de los Hititas mostraba tanto desinterés por sus amigos. De allí en adelante decidí (vía Internet) comunicarme con gente de otros países y según sea el lugar adoptó la nacionalidad inglesa (o americana), francesa o italiana. Hablamos de cosas más o menos trascendentes pero sin compromisos. En fechas puntuales como día del amigo, de la madre o de la jardinería recibo los consabidos mensajes de los “amigos” que me indujeron a esta nueva vida: “Eres mi amiga más querida” y otras cursilerías, pero todos saben que no obtendrán respuesta. “María, mi hijo necesita ayuda en Literatura, por favor llámame”, “María, quisiera unas clases para mi nieta que debe aprobar Inglés”. “María, viajo a Europa y me gustaría reforzar el Francés”.

Esa vida se cerró. Mi hijo se casó y viene a verme una o dos veces por semana con su familia. La comida la compro con pedidos por internet. Tengo mis plantas, mis libros y esa prótesis bendita a la que me empujó esta nueva era: ¡LA COMPU!

María está comenzando su segundo medio siglo, por favor deja tu mensaje después de la señal y te llamaré a la brevedad…

PS, también los romances pueden ser virtuales!

China Contino

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