Encantos de mujer ~ Rodolfo Sánchez Garrafa

Hay, según lo veo, un eterno e inagotable femenino. Un principio activo y complementario respecto al género opuesto. Erótico sí, pero sujeto de experiencias y protagonista por sí de la vida. Eterno e inseparable del poema único postulado por Heidegger, hace posible que el poeta pueda seguir cantando a través de los tiempos aquello que le es dado conocer.

ENCANTOS DE MUJER

Cómo no cantar a la mujer si ella nos ofrece cada día sus más divinos gestos
Si doquiera vamos nos espera su angélica mirada
Si conoce nuestros más íntimos y profundos deseos.
Cómo no correr hacia ella y besar la tierra donde posa su cuerpo y su alma.
Si llega como brisa incluso al acantilado de nuestras incertidumbres
Si en su corazón guerrero nunca prevalece el sin sentido
Cómo no seguir sus huellas y emprender la aventura de amarla
Si las propias furias decretan que nuestro destino es pacer en sus tiernos prados
Si ansiamos pesarnos en la balanza de sus pechos turgentes
Si con la mujer nos acercamos como nunca a las estrellas.

Cómo no buscarla en el sitio ideal para el canto de sirenas y tritones
Si no hay olas más altas a sortear que aquellas adormiladas en sus playas
Si una sola de sus palabras basta para redimirnos o rayar en la locura.
En cantos rodados y cuarzos de poder grabadas van las sombras de sus ojos y sus transparencias
Fuertes barandas les da a nuestras vidas indomable la mujer de encantos llena.
A ella le entregamos nuestros corceles rayos y raudas naves
A ella inagotable fuente de sorpresas y a los encantos que asoman en sus almenas.
Mujer mujer
Muéstrate ante nos como eres y ama a tu hombre con bravura indoblegable.

Mujer mujer extrema
Muéstrate tal cual real regia tímida fogosa intuitiva amada amante
Subvierte el caos en floridos campos donde tus columnas destaquen
Ausculta en los vericuetos de nuestras neuronas y halla allí inscrito tu nombre
Y en los más recónditos secretos descubre las señales que responden a tus mínimos gestos
Cómo no cantar a la mujer que es la línea entre el suelo y las esferas de cristal que nos dan la vida
Cómo no hacerlo si ella anticipa el olor de todos los puertos
Si nuestro ser evoluciona en la desnudez extrema de sus ojos
Cómo no acudir a su llamado a la sola insinuación de su sonrisa
Si el objeto de los sueños se encuentra al frente y podemos mirarnos en sus espejos

Cómo no intuir lo que entre manos se trae o lo que con ellas nos dice
Si eso ya fue escrito en el dorado jardín de los tiempos primordiales
Si nada podrá detenerla en sus imperiosos designios
Si el arco de su cuerpo es la gran revelación para nuestro afán de sabiduría
Cómo no sucumbir a su arte a su dominio del movimiento eterno
Si siempre va por delante ella ángel y demonio persuasivamente bella
Si la recompensa excede de largo todos los riesgos a correr
Nos te convocamos en los rascacielos y en las mínimas cubiertas de estera
Y ahora soy yo solo yo el peregrino vidente sanador que sueña todos los sueños
Y canto a todos los encantos de mujer que los hijos de Adán han conocido
Y digo que ella siempre será un misterio y una fascinante realidad.

Rodolfo Sánchez Garrafa

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